Desarrollar habilidades de liderazgo emocional para líderes en entornos de trabajo remoto

Recuerdo la primera vez que tuve que liderar un equipo de manera remota. Era Comisionado de Programa de mi provincia Scout, pero por razones de trabajo tuve que vivir en Estados Unidos durante seis meses a principios de los 90’s, en tiempos donde el Internet y la telefonía no tenían las capacidades actuales. El reto no fue fácil; extrañaba las interacciones cara a cara y me preocupaba cómo mantener la cohesión del equipo a través de breves llamadas telefónicas e incluso por cartas y faxes. En ese entonces desconocía el concepto de inteligencia emocional. No obstante, la necesidad de la situación me hizo modificar varios aspectos de mi personalidad. Empecé a dedicar tiempo a escuchar (leer) y entender más a mi equipo, a ser más empático y a trabajar en mi autoconciencia. Poco a poco, vi cómo estos pequeños cambios tenían un gran impacto en nuestra dinámica y en especial, orientarnos a lograr los resultados. Si bien al principio sentía que “hacía falta” mi presencia, el análisis, la toma de decisiones y la acción se dieron de una mejor forma, logrando tener un año excepcional.

Aún después de la pandemia, muchas empresas, emprendedores, organizaciones y ecosistemas empresariales han mantenido modelos de trabajo remoto debido a sus numerosos beneficios tanto para las personas como para el logro efectivo de los objetivos empresariales. Sin embargo, las condiciones de la pandemia ya no están presentes. Durante la pandemia, todos estaban confinados en sus casas sin posibilidad de distracciones, y en promedio, según mi experiencia, las personas pasaban más tiempo conectadas al trabajo de lo habitual. En algunos casos, incluso se elevó la productividad y la satisfacción de los clientes.

Si bien el trabajo remoto no es una novedad, las empresas globales que ya llevaban años colaborando en este modelo no tuvieron mayores desafíos. En cambio, los líderes acostumbrados al contacto físico cotidiano con sus colaboradores encontraron tanto ventajas como desventajas. Una desventaja es la reducción de momentos para percibir si algo no va bien con algún colaborador. En el contacto diario es más fácil conocer a los colaboradores y saber cuándo algo no anda bien. En modo remoto, el líder puede no darse el tiempo para verificar cómo se encuentra la persona, despersonalizando la relación y generando sentimientos encontrados o confusos.

Además de estas situaciones, los líderes enfrentan el desafío constante de desarrollar a sus colaboradores, integrar equipos de alto desempeño, atender debidamente a sus clientes internos o externos y alcanzar las metas estratégicas de la empresa.

Principales desafíos en el Liderazgo en entornos de Trabajo Remoto

1. Comunicación Efectiva:

La falta de comunicación cara a cara puede llevar a malentendidos y a la falta de claridad en las expectativas. Es fácil interpretar indebidamente algún mensaje o la falta de respuesta a uno. Dado que la comunicación es un problema habitual en las organizaciones, en un nuevo esquema de trabajo remoto, esto representa un gran desafío para el líder.

2. Mantener la Motivación del Equipo:

Sin la presencia física, los líderes pueden encontrar difícil mantener a los equipos motivados y comprometidos. El desánimo, la ansiedad y otras emociones que pueden surgir del aislamiento parcial o total en el trabajo remoto representan un riesgo no solo para la cadena sustantiva o de soporte de los procesos relevantes de la empresa, sino también para la construcción de la relación afectiva necesaria para la generación de valor.

3. Construcción de la Confianza:

La distancia puede generar desconfianza o sensación de desarticulación entre los miembros del equipo. La confianza es clave para elevar la productividad y contar con procesos eficientes. En un contexto de alta desconfianza, si nadie confía en el trabajo del otro, será necesario revisar el trabajo realizado por los demás, generando angustia, enojo o tristeza y afectando el ánimo y la energía del equipo.

4. Gestión del Tiempo y la Productividad:

Sin supervisión directa, puede ser difícil asegurar que todos los miembros del equipo gestionen bien su tiempo. En un entorno con posibles distracciones fuera de la oficina, puede ser difícil mantener la concentración, seguir una agenda de trabajo y alcanzar el porcentaje de avance en las actividades proyectadas día a día.

Inteligencia Emocional en el Liderazgo Remoto

Comprendiendo estos desafíos, no es difícil imaginar la urgencia de contar con un alto nivel de inteligencia emocional para gestionar al equipo, a los clientes y el logro de metas en un esquema de trabajo remoto. Un líder con competencias sólidas en inteligencia emocional será capaz de mantener el nivel adecuado y pertinente para el funcionamiento del equipo y el logro de metas en los siguientes aspectos:

1. Autoconciencia:

Fortalecer la presencia del líder no desde la presencia física, sino desde el acompañamiento al colaborador y al equipo, comprendiendo cómo vive cada uno sus emociones y cómo estas impactan al líder.

2. Autorregulación:

Gestionar sus propias emociones para evitar prácticas inadecuadas como el micromanagement o el abandono de sus colaboradores, y canalizar su energía de mejor forma hacia lo importante.

3. Motivación:

Lograr la motivación propia y encontrar formas de incidir en que los colaboradores encuentren sus propias motivaciones, elevando así el nivel de energía, responsabilidad y compromiso.

4. Empatía:

Sintonizar con los colaboradores comprendiendo lo que les sucede, cómo lo procesan y reconociendo que cada persona es diferente, pero todos pueden contribuir a que el equipo logre sus metas y funcione de la mejor forma.

Conclusión

El desarrollo de habilidades de liderazgo emocional es esencial para los líderes en entornos de trabajo remoto. Estas habilidades no solo permiten mantener la cohesión y el compromiso del equipo, sino también superar los desafíos inherentes a la falta de interacción física. Al invertir en inteligencia emocional, los líderes pueden crear equipos más resilientes, motivados y productivos, aprovechando al máximo los beneficios del trabajo remoto.